Sueño²

Me canso de intentar soñar de noche y me despierto destrozado. El radiador no funciona y se me eriza el pelo de madrugada. Que 5 sean mejor que 8 es cuando la matemática se equivoca, pese a que la adoremos. Mi cerebro intenta llevarme a un mundo con una calle llena de plantas, donde parece ser que la felicidad sería extrema, pero el sentimiento por mucho que el escenario parezca casi perfecto, dista mucho de la realidad. No hay aleteos capaces de despertar un tornado, ni manos frías capaces de fundir corazones. No hay fuegos artificiales encerrados en dos ventanas, ni la necesidad de querer unir dos jugos de costillas. Ni siquiera la impresión de fusionar dos altavoces de poesía. Mi cuerpo se ha habituado a esas horas del día compartidas y a la sensación de un sueño con ojos abiertos. Mis neuronas intentan nuevas conexiones con tal de embarcarme en un viaje en los recuerdos, pero es cierto que cada vez que duermo sin ti, mi cabeza se agota intentando esconder tu ausencia.